Dia en familia

Es Lunes y estoy inmensamente cansada pero creo que ha merecido la pena, ha sido un fin de semana muy intenso hemos aprovechado el día y medio al máximo hemos visto abuela, amigos y familia de León vamos que es increíble pensar lo que da de si un día y medio. Es Lunes y el cansancio es máximo pero cuando exprimes tanto el fin de semana y disfrutas tanto tengo que decir que un poquito de cansancio es lo de menos merece la pena.

Nuestros fines de semana son de autentica locura casi siempre, alternamos Benavente y Salamanca casi todos los fines de semana, intentamos ver a los abuelos hermanos y primito, pero también quedar con amigos, salir a tomar algo, jugar con la peque con poner la casa apunto, limpiar, cambios de sabanas, toallas, lavadoras, cristales, planchar, etc etc vamos un sin parar.

Pero están tan llenos de vida, son tan sociacibles y tan divertidos que a veces un poquito de cansancio, compensa la satisfacción de un fin de semana aprovechado a tope.

Pues este fin de semana a lo cotidiano le añadimos unos pocos de kilómetros mas y nos fuimos el Domingo a León, una pequeña comida de primos, con visita a los abuelitos incluida.

El sábado aprovechamos a pasar el día por Benavente y el Domingo viaje a las tierras Leones, la pequeña se lo paso tan bien, disfruto tanto que no lo puedo describir con palabras, estubo desde las 12 de la mañana hasta las 6:30 de la tarde sin dormir absolutamente nada, se dedico a jugar, saltar, gatear para un lado para otro, ponerse de pies, ir de unos brazos a otros, todos pendientes de ella y de primito que también estaba, eran el centro de la fiesta y así lo sentían y querían disfrutarlo, así que hasta que no llego la hora de marchar no pensó en dormir.

Estaba tan cansada que en el momento que montamos en el coche callo anestesiada y durmió todo el camino hasta Benavente.

Además por si fuera poco todo el baile de emociones del fin de semana toda la gente que hemos visto, para rematar el Domingo y antes de regresar a Zamora, paramos de nuevo en Benavente a visitar a unos amigos que viven en un chalet con un pequeño jardincito y como las lluvias y el buen tiempo han dado tregua, ahí pudimos estar sentados en el jardín teniendo un ratito de tertulio pero aunque eso estubo bien lo mejor no fue eso, fue que la princesa toco la hierba por primera vez, al principio del todo yo creo que le daba un poco de miedo o de sensación estraña porque raro en ella permanecia sentada sin tocando con la palma de la mano, pero no se movia del sitio, tocaba y levantaba la mano, pero duro solo unos minutos poco a poco fue ganando confianza y gateaba por el césped jugando, con una pelota.

No creo que haya nada en el mundo que me guste mas que ver disfrutar a mi pequeña.

Y como no hay nada mejor que una imagen por aquí quedan unas cuantas fotos del fin de semana.

Disfrutando la vida al máximo y descubriendo de nuevo el mundo con mi pequeña y ahora me gusta más.